Seguidores

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Ante la ofensiva macrista necesitamos un plan de lucha

En la Ciudad, defendamos las asambleas y todas las reivindicaciones

A principios de Agosto, el Gobierno macrista de la Ciudad profundizó su ataque a la organización sindical con la Disposición 40 del Ministerio de Modernización. En sus puntos salientes se establece que para hacer una asamblea hay que pedir permiso con 3 días de anticipación y ese pedido sólo lo pueden formular delegados. Si la autoriza, el Gobierno determina el lugar de realización y el horario, que para no "entorpecer el funcionamiento de la administración" puede ser fuera del horario de trabajo, y sólo pueden participar trabajadores de la dependencia de la que se trate. En los hechos, funciona como una prohibición de las asambleas.

Ya en el conflicto del Teatro Colón el Gobierno de la Ciudad había enfrentado los reclamos de los trabajadores con pedido de desafuero de sus delegados, multas millonarias, sanciones y cesantías. Luego continuó con una impugnación sistemática de las Juntas Internas de ATE, donde se nuclea un activismo independiente. La ofensiva empalma con los ataques que sufre la docencia, con cierres de cursos y sanciones, y los trabajadores de la salud, que defienden los hospitales públicos ante su vaciamiento. Los trabajadores del programa BAP enfrentan numerosos en estos días.

La iniciativa ha despertado distintas voces de oposición, el kirchnerismo es una de ellas, aunque no ha hecho nada para enfrentarla y comparte la orientación anti-sindical contra los trabajadores de la administración pública nacional que salen a luchar. En este sentido, no es posible olvidarse de las patotas sindicales de Upcn, los megaoperativos represivos al Inti en lucha o la brutal persecución gremial y política en el Indec.

La directiva de ATE ha presentado un recurso de amparo contra la Disposición 40 que prosperó en la justicia y puso en suspenso la medida. También convocó a un paro y movilización que partió del Ministerio de Modernización y fue hasta la Jefatura de Gobierno el Jueves 13/9. La iniciativa de ATE, si bien correcta, desnuda sus límites. Desde el palco se llamó a resolver las diferencias en una mesa de negociación con el macrismo, revelando la incompresión o una tentativa de capitulación frente al problema. La movilización demostró la atrofia resultante del vaciamiento que la directiva kirchnerista está provocando en sus propias filas, ya que el grueso de la movilización fue sostenida por las juntas internas que están compuestas por un activismo independiente de las variantes patronales que gobiernan y que está en crecimiento.

La lucha contra los ataques a la libre organización de los trabajadores debe estar ligada a las reivindicaciones laborales y políticas que el macrismo quiere destruir con su avanzada. La recuperación de la organización de los trabajadores en cada dependencia es la clave ineludible para enfrentar al gobierno. En este sentido, llamamos a realizar asambleas en cada lugar de trabajo, votar pliegos de reclamos y compañeros delegados de la asamblea como un principio de reorganización. Reclamamos un plenario abierto de ATE para discutir entre todos esta perspectiva y un plan de lucha por todas las reivindicaciones: la libertad de organización gremial, el pase a planta permanente y la recomposición salarial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario