Judiciales en Lucha

Balance del parazo judicial

Más de diez mil judiciales de todo el país se dieron cita en la plaza Lavalle como parte del paro de 72 horas decretado por el gremio y numerosas asambleas generales de edificio, oficina o taller.

Alas 8 de la mañana ya se había paralizado el Poder Judicial. Por acción de los judiciales, cerraron sus puertas edificios y dependencias enteras y los trabajadores partieron para la movilización. Apenas pasadas las nueve, fue bajada la palanca de electricidad en el Palacio de Justicia, la Cámara Civil y la Laboral, entre otros edificios. Las columnas de judiciales que entraban a plaza Lavalle -con un gran ánimo y entusiasmo- cubrieron rápidamente Talcahuano y gran parte de la plaza.

Piumato delineó la posición de la burocracia en este conflicto, pero cuando tomó la palabra Moyano para el cierre, los manifestantes comenzaron a desconcentrarse. La presencia de “Momo” Venegas fue una expresión de que la dirección del sindicato presenta este conflicto como una acción policlasista, que engloba los intereses de la corporación judicial y de los grandes grupos económicos. Muchos jueces y secretarios de tribunal dieron vía libre al paro.

El kirchnerismo del gremio llamó a defender la ‘reforma’ y a carnerear, y atacó la huelga como un “lock-out patronal”. ¿Pero los grandes beneficiarios de la reforma no son acaso las ART, que han obtenido el veto al acceso de los trabajadores a la Justicia; los concesionarios del transporte y los monopolios petroleros y de la energía, que reciben la anulación del derecho de huelga de los trabajadores de esas ramas; y, más en general, los acreedores internacionales y los contratistas de obras públicas, que reciben la plata de la Anses que no va a los jubilados por el repudio del gobierno a los fallos judiciales? El contenido policlasista que Piumato y Moyano han dado al movimiento no alcanza para caracterizar a la enorme lucha de los trabajadores como un ‘lock-out’ sino como la única respuesta del movimiento obrero a los atropellos del kirchnerismo acosado por la crisis fiscal.

Lo que ha motivado a los judiciales es la conciencia de que el traspaso de los contratos a un Consejo de la Magistratura manejado por el gobierno, apunta a no renovar los contratos y a establecer un impuesto al salario.

Nuestra propuesta
Piumato convocó a movilizar el miércoles al Congreso “en apoyo a los diputados que van a votar en contra”, junto con la CGT, el Colegio Público de Abogados y toda la oposición patronal, desde la derecha al centroizquierda.

Llamamos a realizar asambleas por edificio para darle continuidad al plan de lucha desde una posición independiente a la falsa democratización del gobierno y a la defensa de las camarillas judiciales de la oposición Que la UEJN le exija a la Corte que efectivice YA a todos tradicional. los contratados, interinos y tercerizados junto con el aumento salarial adeudado.

Facundo Miño,
delegado UEJN