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jueves, 11 de abril de 2013

Empezó el juicio a los delegados del Garrahan


El viernes son los alegatos
 
 
 
 
En la mañana del lunes comenzaron a ser juzgados por el delito de “amenazas coactivas” Lerer, García, Agüero y Mansilla, los delegados del hospital Garrahan.
Lerer denunció que estábamos ante una causa armada por el Ministerio de Trabajo a través del activo rol de la vice ministra Noemí Rial en connivencia con la dirección del hospital, en el marco de las persecuciones ordenadas desde el gobierno de Kirchner y el entonces ministro de Salud, Ginés González García.
Desarrolló las reivindicaciones de la huelga de 2005, en la que además de plantear una consigna que indignó al poder “salario igual a la canasta familiar”, se reclamaron medidas concretas para evitar el desmantelamiento del Garrahan y para defender al hospital público.
El resto de cada uno de los delegados desarrolló en su indagatoria una verdadera denuncia de la malversación de fondos de la salud pública y la desidia de los funcionarios públicos.
Realizaron un extenso punteo de lo que había significado el triunfo de la huelga de 2005, no sólo una mejora salarial, sino la incorporación de 300 tercerizados (entre los que se encontraban tres cirujanos), además de conseguir la instalación de un tomógrafo atómico, el cual estuvo tres años esperando su funcionamiento.
Siguió la jornada con la declaración de los denunciantes, dos funcionarios del Ministerio de Trabajo, cuya tarea ese día era comprobar si se cumplían las guardias mínimas. A través de sus declaraciones, nos enteramos que la denuncia fue realizada por orden de la viceministra Noemí Rial.
Quedó claro que el reconocimiento de los delegados no fue hecho por los supuestos agredidos, sino por la dirección del hospital.
En la segunda jornada, declararon los directivos del hospital en 2005, que exhibieron su animosidad hacia la junta interna y la actitud desempeñada contra la huelga -no sólo por ellos, sino por parte del Estado nacional y del gobierno de la Ciudad, que co-gestionan el hospital.
La inconsistencia de la acusación quedó tan evidentemente planteada, que desistieron tanto las defensas como la fiscalía de todos los testigos pendientes, pasando para el viernes los alegatos.
Todo hace prever que el fiscal desistirá de su acusación, por falta de elementos para realizarla.
El viernes, en la puerta del tribunal (Paraguay 1536), a las 12:30 horas, se realizará un acto convocado por la Comisión interna, en el final del juicio.

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