El viernes son los alegatos
En
la mañana del lunes comenzaron a ser juzgados por el delito de
“amenazas coactivas” Lerer, García, Agüero y Mansilla, los delegados del
hospital Garrahan.
Lerer
denunció que estábamos ante una causa armada por el Ministerio de
Trabajo a través del activo rol de la vice ministra Noemí Rial en
connivencia con la dirección del hospital, en el marco de las
persecuciones ordenadas desde el gobierno de Kirchner y el entonces
ministro de Salud, Ginés González García.
Desarrolló
las reivindicaciones de la huelga de 2005, en la que además de plantear
una consigna que indignó al poder “salario igual a la canasta
familiar”, se reclamaron medidas concretas para evitar el
desmantelamiento del Garrahan y para defender al hospital público.
El resto de cada uno de los delegados desarrolló en su indagatoria una verdadera denuncia de la malversación de fondos de la salud pública y la desidia de los funcionarios públicos.
El resto de cada uno de los delegados desarrolló en su indagatoria una verdadera denuncia de la malversación de fondos de la salud pública y la desidia de los funcionarios públicos.
Realizaron un extenso punteo de lo que había significado el triunfo de
la huelga de 2005, no sólo una mejora salarial, sino la incorporación de
300 tercerizados (entre los que se encontraban tres cirujanos), además
de conseguir la instalación de un tomógrafo atómico, el cual estuvo tres
años esperando su funcionamiento.
Siguió
la jornada con la declaración de los denunciantes, dos funcionarios del
Ministerio de Trabajo, cuya tarea ese día era comprobar si se cumplían
las guardias mínimas. A través de sus declaraciones, nos enteramos que
la denuncia fue realizada por orden de la viceministra Noemí Rial.
Quedó claro que el reconocimiento de los delegados no fue hecho por los supuestos agredidos, sino por la dirección del hospital.
En la segunda jornada, declararon los directivos del hospital en 2005, que exhibieron su animosidad hacia la junta interna y la actitud desempeñada contra la huelga -no sólo por ellos, sino por parte del Estado nacional y del gobierno de la Ciudad, que co-gestionan el hospital.
En la segunda jornada, declararon los directivos del hospital en 2005, que exhibieron su animosidad hacia la junta interna y la actitud desempeñada contra la huelga -no sólo por ellos, sino por parte del Estado nacional y del gobierno de la Ciudad, que co-gestionan el hospital.
La
inconsistencia de la acusación quedó tan evidentemente planteada, que
desistieron tanto las defensas como la fiscalía de todos los testigos
pendientes, pasando para el viernes los alegatos.
Todo hace prever que el fiscal desistirá de su acusación, por falta de elementos para realizarla.
El
viernes, en la puerta del tribunal (Paraguay 1536), a las 12:30 horas,
se realizará un acto convocado por la Comisión interna, en el final del
juicio.
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