El paro y movilización del 10 de octubre no fue materia de debate en las asambleas de base de ninguno de los sindicatos convocantes. Ni los de la CTA ni tampoco los de la CGT moyanista. Tampoco su programa, sus reivindicaciones y, claro, su continuidad a través de un plan de lucha.
Los afiliados de base tampoco tuvieron la oportunidad de discutir la convocatoria de la CTA a la Federación Agraria o a los De la Sota, Alfonsín y Binner.
Los plenarios de delegados semivaciados y desgastantes han ido corroyendo al sindicato sumiéndolo en la impotencia. El paro y la movilización de la CTA fue aprobado sólo en el Consejo Nacional donde Pablo Micheli, por ahora, conserva la mayoría.
Kirchnerización
A pesar del triunfo de la Lista Verde michelista, hace apenas un año, contra la Azul del kirchnerismo, sectores crecientes de la Verde se han ido volcando hacia el gobierno nacional y fundado una agrupación verde kirchnerista denominada la “102”, que actúa en consonancia con los azules K del “Nono” Frondizi. En el caso de la CD de Capital, los K ya son mayoría. Según ellos, procesos similares se estarían desarrollando en el NOA, NEA y en la Patagonia. Por ese motivo, Micheli evitó realizar un plenario para ratificar la acción del 10. La Verde se limitó a imprimir afiches y enviarlos a los lugares de trabajo a través de su aparatito. ATE tuvo que refugiarse en el plenario de la CTA de Capital, a sabiendas de que los “opositores” no irían. La ausencia de muchos delegados de ATE Capital (el principal sindicato de la CTA-Micheli) fue balanceada por la asistencia de los de provincia con el objetivo de llenar el auditorio.
Lejos de hacer un balance y establecer una política para retomar la iniciativa, Micheli no pudo ocultar el entusiasmo que le provocaba la reunión que tuvo con Rodríguez Saá y Alfonsín.
Coup d’état
Mientras tanto, los azules y la “102” optaron por autoconvocarse en las instalaciones de ATE Capital y votar el carnereaje del paro en nombre de la democracia sindical y la defensa del “proyecto nacional”. Es decir, la fractura del sindicato ya es un hecho.
La kirchnerización de ATE se produce cuando no puede explicarse por la pésima paritaria que tuvo el sindicato, el trabajo en negro, los contratos precarios y el vaciamiento estatal. El avance de los K es el resultado de la política rastrera a las patronales sojeras y el centroizquierda que viene desenvolviendo la Verde desde su fundación, de su ausencia en una estrategia política independiente de los trabajadores.
Hay una salida
El triunfo contundente de la huelga “salvaje” de Educación de La Plata, luego de los triunfos en similares condiciones del Inti y la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación (donde jugaron un rol decisivo los compañeros de la Violeta/Naranja Estatales en Lucha), muestran que, con una política independiente, se puede ganar porque los estatales están dispuestos a defender lo propio. Para eso, claro, es necesario un nuevo rumbo y una nueva dirección del sindicato. En la seccional opositora ATE Sur, la posición de la dirección de parar sin movilizarse, en coincidencia objetiva con la del kirchnerismo, perdió las dos asambleas de ATE Brown y Lomas ante la moción de Tribuna Estatal de movilizar en columna independiente. La resolución intenta ser bastardeada por la dirección (Rompiendo Cadenas) mediante una marcha divisionista que nunca iría a Plaza de Mayo. Reclamamos allí no usar los métodos de la burocracia sindical y movilizar a la plaza con el clasismo. En ATE Capital reclamamos un congreso de bases, con delegados electos, que rompa con las patronales y que sean los trabajadores con un programa propio los que pongan en pie a ATE por sus reivindicaciones. Antes de que ocurra en ATE lo que ya ocurrió en la CTA.
Alfonso V.
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