La situación nacional está marcada por el aumento de una ya alta inflación que el Gobierno pretende contener a través de paritarias a la baja, lo que reclaman absolutamente todas las centrales patronales. El congelamiento de precios es un intento de someter las paritarias a un techo, que luego de cerrarse los acuerdos, estallará por sus propias inconsistencias. En ese sentido el Gobierno Nacional fijó con un decretazo un aumento de 22% en cuotas (16 anualizado) para los docentes, marcando la cancha para todos los gremios estatales. La respuesta de los docentes es el no inicio el 25 y el comienzo de un plan de lucha en muchas provincias. Los estatales de la Provincia de Buenos Aires reclaman el 30% de aumento, lo cual ha sido rechazado de plano por el Gobierno de Scioli. El aumento de sólo el 20% del mínimo no imponible, luego de 3 años de no actualizarse, sólo agrava la presión sobre los salarios. La situación, como se ve, es explosiva.
En la Ciudad Autónoma, los trabajadores del Estado tenemos razones de sobra para parar. Además de haber perdido progresivamente el poder de compra de nuestro salario, los trabajadores de la administración nacional sufren el ajuste de sus haberes que estableció el decreto 324, recortando las bonificaciones, la precarización laboral sigue haciendo furor, y en los pases a planta, en cuentagotas y por concurso, ni siquiera reconocen la antigüedad de los trabajadores. La paritaria debe discutir, además del aumento de salario, las condiciones de trabajo, por lo tanto, el pase a planta permanente, que es crucial. Los bajos salarios y la precarización también son parte de la realidad de los trabajadores municipales y en particular ATE sufre un enorme ataque antisindical por parte del macrismo, que impugna las juntas internas, intenta prohibir las asambleas y despide o traslada delegados y activistas como en el BAP y Museos, cuestionando la existencia del sindicato en el Gobierno de la Ciudad. Frente a esta situación, la directiva de ATE Capital ha ninguneado el paro. En una actitud abiertamente carnera, no lo ha comunicado ni ha convocado a plenario alguno para prepararlo ni discutirlo. Es un reflejo de una dirección caduca, dividida mortalmente entre su apoyo al kirchnerismo y al FAP, ambas variantes contrarias a los intereses de los trabajadores. Han dejado pasar la oportunidad (otra más) de tomar la situación en sus manos y desarrollar un plan de lucha. Mientras tanto Upcn ya anuncia firmar una paritaria en términos aún más ruinosos que el decretazo paritario a los docentes. No podemos dejarla pasar.
El lunes 25 paremos con todo. Confluyamos con los estatales y docentes de todo el país en lucha por el salario. Los gobiernos nacional y provinciales quieren hacer pagar el ajuste a los trabajadores. Frente a las enormes limitaciones de la convocatoria y a la agachada de ATE Capital, llamamos al activismo del gremio a tomar la tarea en sus manos y utilizar el paro para parar en todas las dependencias en que se pueda, hacer asambleas, recorridas en todos los sectores para instalar la discusión entre todos los trabajadores. Tenemos que desarrollar un método de organización alternativo a la parálisis de ATE y a la política pro-patronal de Upcn y Sutecba. Batallemos por definir los pliegos de reclamos en asamblea en cada sector y a la vez elijamos a los compañeros paritarios que los defiendan. Exijamos un plenario de delegados con mandato de las asambleas, abierto, para definir los reclamos, aumento de salario, pase a planta y un plan de lucha. La situación nacional se encamina a una crisis y a convulsiones que exigen de los trabajadores una intervención a fondo para defender sus intereses.
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