Triunfo total de la huelga con ocupación
El desarrollo primero, y el triunfo después, de la huelga de Educación, revolvió por completo el clima político al interior de las organizaciones sindicales de los 550 mil estatales bonaerenses. Se cayeron los mecanismos de contención de las burocracias, en primer lugar de ATE y más aún de UPCN, y se puso en vigencia el método de la huelga general y todas las medidas para garantizarlo, algo a lo que escapan como de la peste todas las burocracias. A medida que pasaban los días -dificultosamente por el ocultamiento de los medios- fue creciendo también la simpatía en las masas de los estatales de la provincia. Luego, la rebelión de prefectos y gendarmes acrecentó las dudas sobre la posibilidad de un desalojo por parte de la Bonaerense, también amenazada de recortes de módulos de horas extras.
De esta situación dio cuenta el Suteba, cuando convocó a una marcha sin paro a la Casa de la Provincia en la Capital que resultó multitudinaria (6 mil personas) y con una activa y masiva columna interior del clasismo. Desde esa marcha, Baradel tomó nota de las cosas y se solidarizó con la huelga general de Educación (y con la lucha por justicia por Mariano). Movilizaciones masivas en Bahía Blanca y Marcos Paz indican el estado de ánimo de la base docente por la soberbia desorganización educacional que está produciendo un ajuste no reconocido.
Nora De Lucía, la ministra ajustadora cuyo ascenso consintieron todos los bloques legislativos -incluido el mariottismo y la oposición-, ha quedado golpeada. Pero el gobierno la mantiene. Scioli -y Mariotto- no tiene plan B para la quiebra de las cuentas públicas. Tras la derrota sufrida, la ministra salió de inmediato a reafirmar los objetivos de reordenamiento de horas extras y adicionales irregulares, eufemismos que significan que insistirán en la política general.
Hay que destacar la absoluta borrada de La Cámpora y sus socios, incluido el vicegobernador.
El envío del presupuesto provincial 2013 prevé un impuestazo del 30% del inmobiliario, al subir la aplicación de la tasa sobre el 85% del valor fiscal. El presupuesto no contempla aumento alguno de salarios, sólo absorbe los otorgados en 2012 y aún así requiere de 13 mil millones para financiar el pago de deuda pública. Congela la planta estatal, lo que significa no reemplazar jubilaciones, fallecimientos y renuncias, además de cortes de contratos al final de su plazo.
En este cuadro, la perspectiva que emerge del triunfo de Educación es la de rápidos replanteos de lucha en vastos sectores del Estado. La convocatoria de FEB y Udocba a la Plaza de Mayo el 10, confluyendo con los Suteba combativos y el clasismo docente, toma nota de esta situación y busca colocarse en el campo del sindicalismo opositor. Las mil desafiliaciones de UPCN, que irán a ATE en Educación, son otro indicador de los realineamientos políticos entre los trabajadores. El Suteba tendrá dentro suyo toda la presión de la contradicción entre el humor de las escuelas y su alineamiento kirchnerista.
La autoridad ganada por el cuerpo de delegados de Educación permite discutir una política que dé continuidad al soberbio plenario autoconvocado que precedió en veinticuatro horas a la victoria de la huelga. Reagrupar a todos los sectores combativos para quebrar el cepo de las direcciones de los sindicatos, desatando un proceso de asambleas, plenarios y pronunciamientos para enfrentar al gobierno, que ha sufrido el segundo golpe después del fallido intento de aplicar el aguinaldo en cuotas.
Los dirigentes del FAP llegaron a atacar “la violencia”, en oportunidad de la ocupación que garantizó la huelga de Educación. No pasará por ellos la oposición al presupuesto del ajuste, ni al impuestazo ni a los recortes brutales en la educación pública, los salarios y nombramientos estatales. La oposición será de la clase obrera, a ella tenemos que contribuir y en ella se tiene que apoyar la alternativa política de la izquierda a la crisis del kirchnerismo.
De esta situación dio cuenta el Suteba, cuando convocó a una marcha sin paro a la Casa de la Provincia en la Capital que resultó multitudinaria (6 mil personas) y con una activa y masiva columna interior del clasismo. Desde esa marcha, Baradel tomó nota de las cosas y se solidarizó con la huelga general de Educación (y con la lucha por justicia por Mariano). Movilizaciones masivas en Bahía Blanca y Marcos Paz indican el estado de ánimo de la base docente por la soberbia desorganización educacional que está produciendo un ajuste no reconocido.
Nora De Lucía, la ministra ajustadora cuyo ascenso consintieron todos los bloques legislativos -incluido el mariottismo y la oposición-, ha quedado golpeada. Pero el gobierno la mantiene. Scioli -y Mariotto- no tiene plan B para la quiebra de las cuentas públicas. Tras la derrota sufrida, la ministra salió de inmediato a reafirmar los objetivos de reordenamiento de horas extras y adicionales irregulares, eufemismos que significan que insistirán en la política general.
Hay que destacar la absoluta borrada de La Cámpora y sus socios, incluido el vicegobernador.
El envío del presupuesto provincial 2013 prevé un impuestazo del 30% del inmobiliario, al subir la aplicación de la tasa sobre el 85% del valor fiscal. El presupuesto no contempla aumento alguno de salarios, sólo absorbe los otorgados en 2012 y aún así requiere de 13 mil millones para financiar el pago de deuda pública. Congela la planta estatal, lo que significa no reemplazar jubilaciones, fallecimientos y renuncias, además de cortes de contratos al final de su plazo.
En este cuadro, la perspectiva que emerge del triunfo de Educación es la de rápidos replanteos de lucha en vastos sectores del Estado. La convocatoria de FEB y Udocba a la Plaza de Mayo el 10, confluyendo con los Suteba combativos y el clasismo docente, toma nota de esta situación y busca colocarse en el campo del sindicalismo opositor. Las mil desafiliaciones de UPCN, que irán a ATE en Educación, son otro indicador de los realineamientos políticos entre los trabajadores. El Suteba tendrá dentro suyo toda la presión de la contradicción entre el humor de las escuelas y su alineamiento kirchnerista.
La autoridad ganada por el cuerpo de delegados de Educación permite discutir una política que dé continuidad al soberbio plenario autoconvocado que precedió en veinticuatro horas a la victoria de la huelga. Reagrupar a todos los sectores combativos para quebrar el cepo de las direcciones de los sindicatos, desatando un proceso de asambleas, plenarios y pronunciamientos para enfrentar al gobierno, que ha sufrido el segundo golpe después del fallido intento de aplicar el aguinaldo en cuotas.
Los dirigentes del FAP llegaron a atacar “la violencia”, en oportunidad de la ocupación que garantizó la huelga de Educación. No pasará por ellos la oposición al presupuesto del ajuste, ni al impuestazo ni a los recortes brutales en la educación pública, los salarios y nombramientos estatales. La oposición será de la clase obrera, a ella tenemos que contribuir y en ella se tiene que apoyar la alternativa política de la izquierda a la crisis del kirchnerismo.
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