La gran huelga de los trabajadores del Inti ha sido una muestra de la resistencia de los trabajadores frente a los intentos de descargar la crisis sobre nuestras espaldas. Sin embargo, gran parte de los compromisos firmados por la presidencia del instituto siguen pendientes, como el pase a planta de más de 1.200 trabajadores. El gobierno, por su parte, se ha dado toda una política de ajuste y vaciamiento que día a día avanza. La falta de materiales de trabajo, e incluso de insumos básicos se hace notar con mayor nitidez.
El Instituto nacional de Tecnología Industrial (Inti), ha sido utilizado durante los últimos años como medio para otorgar un subsidio indirecto al gran capital. Las pruebas, certificaciones y permisos de todos los productos que se producen o ingresan en la Argentina se otorgan a un costo irrisorio. Las grandes patronales cuentan con un instituto estatal, para abaratar sus costos de producción. Mientras esto sucede y las arcas del Estado se achican, pretenden que los trabajadores paguemos la cuenta.
Frente a esta realidad, la lista verde (michelistas, Frente Darío Santillán, Opinión Socialista, MST) actual dirección de la junta interna, se encuentra en una profunda parálisis.
En los últimos días, con el mandato vencido, han repartido tímidamente un volante en las puertas del instituto, donde señalan que a fines de octubre se realizarían las elecciones de junta interna. Sin haberlas convocado oficialmente, llaman a todos a la “unidad” para las elecciones. Pretenden que se desarrollen lo más alejadas posibles de la histórica huelga. Esta pretensión demuestra temor. Al mismo tiempo, la conciencia de lucha en todos los centros ha dado un salto que no podrán hacer retroceder.
La Naranja ha sido protagonista del conjunto de las luchas que se dieron en el Inti. En este punto, hemos compartido todos los tramos de la lucha con las diferentes agrupaciones. Sin embargo, debemos ser claros: el triunfo de los trabajadores del Inti no fue gracias a la actual conducción de la junta interna, sino a pesar de ella. La irrupción en masa de los trabajadores fue la que logró, incluso en los tramos finales de la huelga, imponerles a las autoridades un acuerdo favorable a los trabajadores. En ese momento, la Lista Verde intentó infructuosamente levantar la huelga, con el argumento de que si seguíamos se “rompería el diálogo”. La realidad demostró lo contrario y pudimos arribar a una importante victoria. Fue también evidente, durante toda la huelga, el carácter negativo de la subordinación de la interna a la política de la conducción de ATE por la vía de la Lista Verde.
Esta política conservadora, sumada a la utilización clandestina de los recursos de la Mutual y los compromisos por debajo de la mesa con la presidencia, han sido sobrados elementos para construir una alternativa independiente que coloque a la Junta Interna en otra dirección.
La campaña de la Naranja se desarrolla con la participación masiva de los trabajadores. Hemos construido el programa que llevaremos en estas elecciones en asambleas abiertas de todos los centros. Sectores de trabajadores se han afiliado a ATE a partir de esta perspectiva para el Inti.
Por el pase a planta de todos los trabajadores del Inti, por el doble aguinaldo de fin de año, para terminar con el vaciamiento del instituto, para democratizar todos los espacios de organización de los trabajadores, por un cuerpo de delegados de todos los centros que sea el núcleo fundamental de organización de todos los trabajadores. Por una Junta interna independiente, democrática y de lucha para conquistar todas nuestras reivindicaciones. Este año no ha sido un año más para los trabajadores del Inti: estamos en la pelea por terminarlo con el triunfo de este programa.
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